Todavía nos quedan esas malditas ganas de besarnos.
Nos quedan tantos abrazos pendientes.
El tiempo esta en mi contra, lo se.
Definitivamente el tiempo no tiene piedad de nosotros.
El tiempo hace que las mejores cosas terminen,
y que las malas duren.
El tiempo no sabe todo lo mal que hace.
Hace que el amor sea un mal necesario.
Hace que sea algo inevitable, algo que necesitamos todos;
pero que a la vez nos hace mal.
Y gracias a él aprendí a aprovechar esas pequeñas oportunidades
antes de que otro me las robe.
Con el tiempo aprendí que nos divertimos en Noviembre,
pero a Julio le gusta vernos sufrir.
El tiempo me enseño que estar enamorado saca lo peor de nosotros,
porque el tiempo paso muy rápido y no alcanzamos a disfrutarlo.
El reloj marca que ya es tarde, pero mi tiempo dice
que es hora de empezar todo de nuevo,
es hora de liberar todas las caricias que te debo
y quemar todos los malos recuerdos.